El video de fiestas

Hace años por éstas fechas, mi hermano y yo teníamos un ritual. Consistía en ir todas las tardes a casa de Pedro a ver si ya tenía listo el video de fiestas. El ritual arrancaba mucho antes, a primeros de septiembre cuando empezábamos a ver en orden todas las cintas (cintas, si, VHS) que teníamos en casa. Y teníamos muchas, desde 1987 o por ahí. Viéndolas seguidas no se apreciaban muchos cambios. A excepción de algún artista invitado bailando en la barra de algún bar o toreando con la chaqueta, mas o menos eran las mismas personas haciendo lo mismo. El ritual se perdió pero al introducir el factor tiempo se podía apreciar el verdadero valor de de ese cacho plástico en formato VHS. Cambios en las calles, en las costumbres, en la moda, niños que ya son adultos, adultos que ya son ancianos. También algunos que ya no están.

Pedro jubiló la cámara, el video pasó a mejor vida, llegó la modernidad y los soportes digitales. La cinta de video era un arma muy eficaz contra la piratería: casi nadie en casa podía copiar una cinta pero casi todo el mundo podía o conocía a alguien que podía copiar un CD. Así fue como murió el video de fiestas. Nos ahorramos unos euros (unos cafés) pero matamos el video de fiestas. No pirateábamos canciones de Aqua no, nos pirateábamos a nosotros mismos.

Como diría Roy Batty en una de las escenas mas memorables del cine: “Todos esos momentos se perderán como lagrimas en la lluvia”.

Culpamos de nuestros males a otros. Pequeños actos que tienen consecuencias. Culpamos de los problemas de los pueblos siempre a otros: los políticos, la política. Otros tienen la culpa, nunca nosotros.

El futuro de los pueblos no está en manos de otros. Está en nuestras manos.

(La foto está sacada de la web [fotosdemayorga.com](http://fotosdemayorga.com) de Jaime Pascual. Yo soy el de arriba a la derecha. El de arriba a la izquierda nunca pensó que me iba a acabar comprando las gafas. El resto en breve las tendrán que comprar para