Estos días ha tenido bastante repercusión la respuesta a un tuit en el que se veía a 4 vacas caminar entre la nieve en un pueblo de León. Esto no salía en los medios porque el PIB que generaba este señor con sus vacas era ínfimo comparado con el que genera Madrid. Continuaba diciendo que esa nevada en León era menos importante porque vive menos gente y porque genera menos problemas para rematar diciendo que mucho tiene que aguantar la “madrileñofobia” del resto de España. Pocas veces me pasa estar en desacuerdo con un comentario pero más aún con las explicaciones.
Que Madrid es la capital y centro de España, motor económico y demás nadie lo puede discutir. A partir de ahí, ¿Es el PIB un instrumento válido para la presencia mediática de una noticia? es más, ¿es el PIB un instrumento válido para medir el desarrollo de un país? El PIB de Bangladesh es mayor que el de Finlandia, ¿donde prefieres vivir? Para calcular el PIB se suma el consumo + inversiones + gasto público + exportaciones netas. Por ejemplo, una persona que vuelve andando o en bicicleta de su puesto de trabajo no genera PIB en comparación con alguien que se pasa 1 hora consumiendo combustible en un atasco. Usando el “método del PIB” cualquier cosa que le pase a este señor y sus 4 vacas es menos importante que una avería de un robot de la planta de Airbus en Illescas.
¿Es necesaria la existencia de ganaderos y agricultores en nuestro país cuando podemos obtener los alimentos de fuera? No es necesario, es fundamental para garantizar un suministro mínimo. La pandemia nos ha demostrado que depender de terceros para obtener lo que necesitas (como las mascarillas) te obliga a hacer la cola y pagar lo que te pidan en épocas de escasez. O lo que pasa ahora con la factura de la luz y la importación de gas. Además, la producción nacional garantiza unas condiciones mínimas laborales y medioambientales que dudosamente se respetan en las producciones en terceros países.
“La nieve ahí no crea muchas complicaciones”. Hay comarcas enteras que se quedan días incomunicadas todos los años. Que sea habitual no quiere decir que no sea un problema que nadie resuelve.
Y remata con la “madrileñofobia” o cualquier otro tipo de fobia para decir que es que la gente tiene manía a los madrileños. Hay personas que viven de generar enfrentamiento y confrontación y si para ello tienen que inventar una figura alegórica a la que añadir el sufijo -fobia lo hacen sin pensar. Desde luego que se pueden encontrar respuestas de energúmenos en las redes sociales pero también si te haces una foto en la nieve a muchos les va a parecer mal. ¿Existe la madrileñofobia? ¿Alguien ha escuchado en alguna conversación “es que odio a los madrileños”? ¿A todos?
Resumiendo: la madrileñofobia, al igual que otros muchos odios modernos no es más que un término inventado por personas que tienen interés en ganar audiencias y seguidores en nichos muy concretos, una figura irreal contra la que unirse creando un falso sentimiento de pertenencia a algo. Vivir pensando que todo el mundo te odia. La gran mayoría de las personas no odiamos a nada ni a nadie. Aunque a este paso quizá si lleguemos a tener fobia a los generadores de enfrentamiento.